Microcirugía

La microcirugía reconstructiva, es una técnica innovadora que se ha desarrollado en los últimos 20 años a nivel mundial. Surgió a raíz de la necesidad de reconstruir o cubrir defectos en sitios en los que ya no existían posibilidades de realizar colgajos pediculados locoregionales, ya sea por que ya fueron utilizados, o por que no se dispone de tejido suficiente para reparar el defecto. Gracias a esta técnica es posible reconstruir o reponer estructuras dañadas, amputadas o ausentes del paciente mediante el transplante de otras estructuras propias del mismo paciente.

El concepto de microcirugía consiste en conectar vasos tan pequeños que van de 0,5 a 2 mm de diámetro con suturas más finas que un cabello como los hilos 9-0, 10-0 e incluso 11-0, por lo que la cirugía se debe realizar bajo visión del microscopio y con instrumentos especiales para poder manipular los tejidos sin dañarlos.

Al poder realizar este tipo de cirugía con vasos tan pequeños, tenemos la posibilidad de llevar tejidos de un sitio del cuerpo a otro sitio distante con su propio aporte sanguíneo, que de lo contrario no sobreviviría, como el caso de colgajos fasciocutáneos (piel, grasa y fascia para cubrir defectos de tejido blando), colgajos con hueso (para reconstruir porciones de la cara como maxila o mandíbula e incluso aportar cantidades importantes de hueso para las extremidades) cuando lo requieran en caso de resecciones por tumores o posterior a traumas severos.

Se puede llevar tejido nervioso (nervio) para dar movimiento a músculos que han quedado paralizados posterior a resecciones oncológicas como en el caso de la parálisis facial o la parálisis de grupos musculares en brazos y piernas, dándole la posibilidad al paciente de poder ser autosuficiente.

Otra aplicación frecuente es el reimplante de extremidades amputadas de forma traumática, desde segmentos de dedo hasta brazos y piernas.

El uso de esta técnica se da principalmente para defectos posterior a resecciones de grandes tumores, o cuando se han agotado las opciones reconstructivas convencionales en cualquier parte del cuerpo ya sea cabeza y cuello, mama o extremidades. Los usos más frecuentes son en los casos de reconstrucción de defectos de cabeza y cuello posterior a resecciones de tumores que en la mayoría de ocasiones resultan deformantes y con alteraciones funcionales, con limitación o incapacidad para masticar, deglutir, vocalizar e incluso poder interactuar con las personas, debido a las deformaciones ocasionadas por la resección.

En la actualidad, la capacidad para realizar este tipo de cirugía es imprescindible en cualquier servicio de cirugía reconstructiva en el mundo. Esto implica un alto grado de especialización. Los aportes de la microcirugía a la calidad de vida de estos pacientes son de tipo funcional y estético, ya que buscan devolver la forma y las funciones del tejido faltante. Los pacientes más frecuentemente beneficiados son aquellos que fueron sometidos a cirugías oncológicas. En otros casos a pacientes con secuelas a grandes procesos infecciosos o traumas severos que requieren reconstrucciones de esta complejidad y que en otros tiempos sentenciaban a los pacientes a cargar con las complicaciones, secuelas o incluso la muerte.

Ventajas de la reconstrucción microquirúrgica:

  1. 1) Posibilita resecciones quirúrgicas más radicales y en casos avanzados.
  2. Brinda mejoría funcional (intenta devolver la función del tejido faltante) en los pacientes.
  3. 2) Restituye la forma del defecto al estado previo, con resultados satisfactorios en manos entrenadas
  4. 3) Minimiza las complicaciones posoperatorias ya que el aporte de tejido altamente vascularizado reduce el riesgo de infección y deshicencia de herida quirúrgica
  5. 4) Capacidad para seleccionar el tejido donante más adecuado para restaurar la forma y la función en el sitio del defecto.
  6. 5) Posibilita la reinserción sociolaboral de forma precoz en los pacientes.