Corrección de arrugas faciales

Las arrugas profundas por expresión que no corrigen con la aplicación de botox como los surcos nasogenianos, las líneas de marioneta, las cicatrices profundas producto del acné, se corrigen con la aplicación de rellenos. Existen diferente materiales que se pueden utilizar para rellenos, ninguno de estos es permanente y el cuerpo los reabsorbe con el tiempo, se utiliza grasa propia del paciente o ácido hialurónico.

Ácido hialurónico

Se inyecta superficialmente en la piel integrándose de manera natural, sin producir alergia y proporcionando una mayor hidratación y volumen a la dermis.

El ácido hialurónico ha revolucionado el mercado cosmético y médico en la última década y, junto al botox, es la sustancia protagonista del relleno antiarrugas.

La diferencia entre las dos está en que el botox se aplica en zonas de movimiento, para debilitar o paralizar los músculos. Si esa parte del rostro no puede moverse, dejará de arrugarse. El botox se inyecta comúnmente en las patas de gallo, el entrecejo y las arrugas de la frente. En cambio, se recurre al ácido hialurónico en la zona que carece de músculo. Se usa sólo en esa zona de la nariz a la boca donde se forman surcos, o para aumentar el volumen de los labios. Esta sustancia hidratante retiene las moléculas de agua, mejorando la elasticidad y el aspecto de la piel.

Grasa

Es la misma grasa que se obtiene del paciente en pequeñas cantidades se utiliza para rellenar las mismas zonas sin el riesgo de desarrollar reacciones alergias ni adversas, requiere de una punción para obtener la grasa que generalmente se toma del abdomen.